La primera vez

EN EL COMIENZO...

martes, 28 de agosto de 2007

Crítica de TV: 24


Género: Acción/Drama.
Director: Jon Cassar.
Elenco: Kiefer Sutherland, D. B. Woodside, James Morrison, Mary Lynn Rajskub.
Canal: Fox.

En su sexta temporada en Chile (ya finalizada en Estados Unidos), "24" (Joel Surnow/Robert Cochrane) mantiene la estructura que la ha transformado en una serie si no de culto, al menos con hordas de seguidores. Estados Unidos de rodillas luego de una serie de trágicos atentados en sus principales ciudades, el Presidente Wayne Palmer (D. B. Woodside) -hermano del recordado ex Presidente David Palmer- que se debate entre sus "halcones" y moderados ante la disyuntiva de atosigar a la comunidad musulmana americana para dar con el o los responsables de la masacre. Y por supuesto, la aparición del infalible Jack Bauer (Kiefer Sutherland), el agente de la Unidad Antiterrorista de Los Ángeles que providencialmente es salvado, tras dos años de torturas, de las garras de la inteligencia china ante la indeclinable petición de los autores de los atentados de pedir su vida para detener el complot.
Y aunque la progresión dramática en esta sexta entrega no alcanza las cumbres de la anterior, lo que hizo a la serie acreedora de cinco premios Emmy en la edición 2006, entre ellos a mejor actor dramático y dirección, la suma de elementos persiste en un resultado de acción y adrenalina difícil de encontrar en la televisión actual. Si bien es cierto ya no están los personajes fundacionales de la serie, paulatinamente los antiguos secundarios han ido empoderándose de una trama que este año se autodenominó "A muerte", reflotando los más oscuros temores de los fanáticos.
¿Será esta la temporada donde muere Jack Bauer? Tranquilos, que según reportes de la prensa extranjera Kiefer Sutherland habría firmado al menos para tres temporadas más y no se descarta una película. La vida maldita de la estrella de la serie, que lleva a una muerte indefectible a todo quien con él se relaciona, aún no da para la suya propia.
Y es que los guionistas, a diferencia de los de TVN, manejan mejor los códigos del formato, y si no optaron por matar al héroe (o asesino en serie, en el caso de TVN) en la primera entrega, lo han hecho vivir hasta la actualidad. A duras penas, pero vivo al fin.
Nótese que ya no aparece al comienzo de cada capítulo la leyenda "los eventos ocurren en tiempo real". Es más, ya ni siquiera era necesario. Porque el frescor del reloj en pantalla y los 24 capítulos que dan a cada temporada el esquema de un día en la atribulada sociedad norteamericana (porque, seamos sinceros, lo que se muestra es una sociedad enferma y perseguida por sus peores temores), siguen siendo más que suficientes para seguir escudriñando en una interesante serie, con un sentido de urgencia que, bien lo saben sus seguidores, le otorgan un sello único y que, por más que se intenten pobres y desafortunadas copias, no le llegan ni a los talones al original.

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